El tema de los satélites, el espacio y el uso que hacemos de ello, queda reflejado en este artículo en su máxima expresión. Hoy os hablamos de un satélite muerto que se ha usado para transmitir una señal pirata. En principio, hasta donde sabemos, se trata de un experimento más o menos autorizado, aunque existen ciertos puntos que dejan margen a ciertas licencias que quizás se han tomado. Vamos a explicar lo sucedido, y especialmente vamos a lanzar una critica a esta sociedad destructora y mezquina que no tiene consideración por nada ni por nadie. Os dejo un hilo en Telegram por si queréis comentar algo de lo que vamos contando por aquí o cualquier otra cosa.
El caso.
Karl Koscher y su equipo de investigadores, consiguió un permiso para operar en el satélite Anik F1R, que fue lanzado en 2005 para dar apoyo a las transmisiones canadienses y fue diseñado para tener una vida de 15 años. Se le concedió ese permiso porque la mayoría de servicios ya habían sido migrados al nuevo satélite. Y creo que aquí empieza unos de los puntos fuertes. La mayoría de servicios no quiere decir todos, con lo cual, existen servicios todavía conectados a un satélite supuestamente en “orbita cementerio”, término que luego os amplio. Con una licencia al satélite, Koscher y sus colegas de un grupo de piratería de dispositivos integrados y telecomunicaciones Shadytel, retransmitieron otra conferencia de seguridad, la ToorCor San Diego el pasado mes de octubre.
El problema.
Con esta demostración, Karl Koscher, usando un satélite muerto demuestra que la seguridad prácticamente inexistente en unos aparatos destinados a vivir un tiempo determinado, al concluir su misión y pasar a la “orbita cementerio”, tienen un peligro importante en caso de ser interceptados y ser usados, como en este caso, para una transmisión ilegal ya que estos aparatos están preparados para amplificar la señal más fuerte que reciben, es decir, que con los medios necesarios, se pueden usar satélites sin uso o con poco uso, para liarla parda. Igual se podría llegar a hacer con satélites en uso, aunque eso es menos probable puesto que la señal que suelen recibir es suficientemente fuerte (al ser suyo y tener todos los datos) y difícilmente la pueden tumbar, aunque según apuntan los expertos, se puede hacer.
Orbita cementerio.
Este es un término que me pone de una mala leche… Se trata de una orbita diferente a la que suelen tener los satélites en uso, donde va a parar un satélite muerto. Y si esto no es suficientemente grave…, ahora vamos con el postre. Y es que, al parecer, desde hace unos años, se aplica un acuerdo internacional por el cual, esos satélites tienen que reservar un cierto combustible para una vez acabada su misión, poder ir a esa orbita cementerio. Me parece de un cinismo tan grande… Resulta que un satélite muerto, es mejor que orbite cerca de donde lo hacía, pero sin estarlo tanto como para poder chocar con otros de su misma especie, que no hacerlo regresar a la tierra. Vamos, que a destrozar el espacio ya que la tierra la hemos destrozado lo suficiente. Es un sinsentido.
¿Es normal?
Evidentemente para mi no lo es. Y por muchos motivos. Primero, porque desde el momento que pones algo a orbitar, para que cumpla una misión, una vez la ha concluido…, la retiras. No hay más. No me sirve que el espacio es muy grande y que hay sitio de sobras, eso no tiene sentido. Por otro lado, se usa mucho argumentos tales como que es muy difícil recuperarlo, que mandarlo a recoger es difícil, y cosas similares. Pero es que me da igual cualquier argumento que se quiera dar, no me parece normal ni serio lo que se hace con los satélites muertos. Estamos colapsando el espacio con artilugios que quedan obsoletos y sin ser retirados, sin tomar conciencia del daño que se le hace no solo a nuestro planeta, sino al espacio en general. Los residuos espaciales son una realidad, y a nadie parece interesarle solucionarlo.
¿La piratería podría solucionarlo?
Pues ojalá que pudiera pasar. Si empezamos a ver casos en los que un satélite muerto es “secuestrado” y usado para practicas que no están dentro de lo establecido…, quizás se empieza a tomar conciencia de la necesidad de retirarlos. Pero es algo difícil porque no se ha detectado un uso indebido de este tipo de satélite muerto, y, por otro lado, seguiríamos con el problema de que priorizan el costo que tiene retirarlo que cualquier otra cosa. Lo que si que parece estar claro es que, en ese aspecto, la piratería y los satélites son una relación complicada que, hasta ahora, a nadie le ha parecido interesar, y quizás gracias a esta prueba realizada, se empiecen a preocupar por algo que podría tornarse en peligroso.
¿Cuánto de peligroso podría ser?
Pues habría que ponerse en el peor de los casos, como, por ejemplo, que se empiecen a “secuestrar” algún que otro satélite muerto y se use para algo más que emitir señales ilegales. Imaginaros que se empiezan a usar como frecuencia para transferencia de archivos secretos de cosas malas, o vete a saber. Es que al final, tenemos un trozo de metal con circuitos orbitando en una zona supuestamente tranquila y sin molestar a nadie. Ese sin molestar a nadie es el que me chirría y es que porque no haya nadie por allí no te da derecho a ensuciar ese espacio con tus mierdas. Sinceramente me encantaría que empezáramos a ver casos donde se usen para cosas malas, quizás de esa manera, se empezaría a multar, obligar o penalizar a aquellos que dejen sus satélites por el espacio.
Un futuro incierto.
¿Alguna vez te has preguntado cuantos satélites hay orbitando alrededor de la tierra? ¿Cuántos dirías que hay? Pues venga, tras una pausa para pensar si eran 100, 500, 1000, 2000, 3000…, te diré que hay un total de 8029 satélites contados hasta 2021 de un total de casi 12 mil que se habían lanzado. Esos algo más de 3 mil, son los que se conocen como satélite muerto, es decir, los que han pasado a orbitar a otra altura y se consideran obsoletos o que ya han cumplido su misión. El problema es que, hasta ahora, lanzar un satélite a orbitar, era un proceso muy caro, y estaban únicamente el gobierno ruso y el americano al mando de las operaciones. Pero con los chinos y las empresas privadas sumadas en esta fiesta…, todo se ha abaratado mucho y el futuro es incierto. Sin ir más lejos empresas como SpaceX, tiene permiso para enviar 20 mil satélites y se espera que junto a otras empresas que no se quieren quedar al margen, en los próximos años se lancen unos 65 mil satélites y si las propuestas prosperan, esas cifras estarían por encima de los 100 mil. Me parece una aberración, una vergüenza y ojalá haya problemas graves lo más pronto posible que haga reconsiderarse esta locura de minar el espacio con metal.
¿Por qué estoy en contra?
Principalmente porque el espacio no es de nadie, es de todos. Y desde el momento que tu decides poner algo a orbitar porque eres poderoso y nadie tiene potestad para decirte algo…, me parece mal. ¿Por qué SpaceX tiene permiso para enviar al espacio 20 mil satélites pese a que con algo más de 100 la comunidad científica ya se estaba quejando de que ensuciaban el campo de visión de los telescopios? ¿Eso es normal? Pues por supuesto que no, pero como son empresas que gastan miles de millones pues se les permite. Si ahora mismo con 8 mil satélites en orbita ya están habiendo problemas para trabajar en la comunidad científica…, ¿Qué pasará cuando hayan más de 100 mil? Pues eso, que será un caos.
Problemas de tener tantos satélites.
El más complicado, la gestión que se tiene que hacer para evitar colisiones entre ellos. Una colisión de satélites podría desencadenar un problema muy grave. Imaginaros que como contábamos, se empieza a controlar algún satélite muerto o uno activo, y se le ordena mover su trayectoria colisionando con otro. O varios colisionando entre si. El follón que se puede derivar de todo ello puede ser catastrófico. Dependemos demasiado de los satélites, y hacer que haya tantos, conlleva muchos peligros. El tema que comentaba de los astrónomos, seguramente sea el más grave, y es que su trabajo se ve perjudicado por estos artefactos. Un dato que me ha sorprendido, y que no tenemos en cuenta, es el que dice que entorno al 8% de luz que hay en el cielo por la noche, podría estar proviniendo precisamente de los satélites que tenemos orbitando. Esto nos sitúa con un panorama sorprendente donde 1 de cada 10 estrellas que vemos, seguramente no lo sea y se trate de un satélite. Sorprendente. Y muchos otros problemas que podemos exponer y que tampoco es necesario.
Conclusión.
El futuro pinta realmente feo por el egoísmo de los humanos. De seguir así, incluso será complicado lanzar cohetes al espacio con finalidades de exploración de planetas porque conseguir que no colisionen con algún que otro satélite, podría ser una tarea complicada. Es un caos absoluto que se conoce desde hace años, incluso tiene su nombre, que es el efecto Kessler. Pero da igual, sigamos lanzando satélites sin parar, y el día de mañana…, pues ya vemos como solucionamos el problema. Mi conclusión es clara. Si lanzas un satélite lo recuperas, no hay más. Ni orbita muerta ni ocho cuartos, el satélite de regreso. Y nada de mandar un motón de ellos que hagan cosas similares, a juntas fuerzas, a evitar que existan muchos que solapen funcionalidades. Que se empiecen a compartir satélites para funciones como la del tiempo, donde te encuentras que hay 10 satélites haciendo la misma función para un terreno concreto donde se juntan varios países, y donde uno solo, podría estar haciendo la misma función para todos ellos. Empecemos a dar ejemplo y a tratar el espacio como se merece.
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