El dron carcelero, menuda locura

Las cárceles españolas son un problema.

Con el título del artículo, seguramente podríais estar pensando que os voy a presentar o proponer un dron que se encargue de las guardias en las cárceles de nuestros países. Pues bien, no sería descabellado pensar en ello, es más, sería perfectamente posible. Que un ejercito de drones se encarguen de la vigilancia de las cárceles de nuestro país y de cualquier otro, es algo que se podría hacer, pero es del todo innecesario teniendo sistemas se seguridad como las cámaras. Hoy quiero acercaros un tema realmente preocupante y que está llevando a los funcionarios de nuestras cárceles a la desesperación. Parece mentira como un centro que se supone que es de seguridad extrema, al final acaba teniendo menos seguridad que muchos de los edificios públicos. Y es que el dron carcelero es cada vez más un problema que hoy, os voy a exponer y a analizar. Empezamos.

El eje del problema.

Recientemente ha salido en los medios de información una noticia sorprendente. Un dron se ha estrellado en el patio de la cárcel a altas horas de la madrugada, por accidente y es que su destino era una celda. Concretamente ha sido en la cárcel de Valdemoro y el dron venía cargadito. En realidad no se ha estampado el dron, se ha estampado la carga que llevaba. Concretamente con dos móviles y sus respectivos cargadores y varias bolas de drogas varias. Esto supone varios kilos con los que iba cargados el dron. El problema es que al caer accidentalmente en el patio de la cárcel, esa mercancía no se sabe a donde iba destinada, con lo cual, no se va a saber demasiado. El problema es que no es la primera vez que esto ocurre. Ya van unas cuantas veces en los últimos meses y las estadísticas son sorprendentes. Se incautan al año en nuestras cárceles, una media de 1500 móviles que se intentan introducir de muchas maneras.

Solución al problema del dron carcelero.

El mayor de los problemas es que la solución es tan sencilla que es sorprendente como en un edificio de alta seguridad, pueden pasar este tipo de cosas. Hablamos de que en edificios públicos varios, tienen inhibidores que evitan que esos aparatos lleguen. De igual manera que se usan en ayuntamientos, aeropuertos y sitios varios, es de cajón que en nuestras cárceles deberían existir. La función de estos inhibidores es la de evitar que estos aparatos puedan llegar. Al acercarse al recinto, el inhibidor interfiere en la señal y el aparato se acaba volviendo loco y cae o queda desactivado. Esto tiene un coste que tampoco es nada del otro mundo si tenemos en cuenta lo que puede suponer que un dron carcelero consiga su propósito. Con lo cual, las quejas de los funcionarios están más que justificadas y se deben tomar medidas, tanto en la cárcel de Valdemoro como en el resto de las cárceles de nuestro país. Porque esto pese a que es global, y ocurre en miles de cárceles de todo el mundo…, en nuestro país está ocurriendo y es donde nos interesa más la seguridad.

El dron carcelero y el daño que hace.

Si miramos en lo que esto supone, la cosa va lejos. Estamos hablando de que si este dron llega a su destino, hubiera dado al receptor dos móviles de última generación y varios kilos de drogas. El tema de las drogas…, ya sabemos como funciona. El negocio que haría con ellas es escandaloso. Pero el de los móviles es todavía peor. Recordemos que los móviles de hoy en día son ordenadores diminutos, y con ellos, perfectamente puedes llevar el negocio de una banda organizada sin problema alguno. Es por eso que creo que es elemental el máximo de tecnología para este tipo de sitios, donde se supone que la seguridad es lo primordial. Sabemos que hay muchas maneras de introducir cosas que no se deben introducir en las cárceles. Pero es que para eso ya existen medios suficientes para evitarlo. Los drones con los inhibidores. Tu propio cuerpo mediante sus orificios con escáner y rayos x. Vamos, que si quieres que no entre nada de nada, es posible y relativamente sencillo. Sólo hace falta inversión. Y es donde llegamos a una conclusión. Se destinan miles de millones en celebrar elecciones cada nada, pero no se puede invertir ese dinero en la tecnología que los tendría a todo a ralla. Es increíble.

Conclusión sobre el dron carcelero.

Como dije antes, es elemental cortar con el problema de raíz. Se sabe el problema y la solución. Pues es tan sencillo como aplicarla. Si se tiene que recortar de otros sitios, se hace. Que empiecen por lo mencionado. Gasto en chorradas evitables. O que recorten del gasto que supone el tabaquismo en nuestro país. Las consecuencias derivadas de ello y lo que colapsa la sanidad de por si colapsada. Es elemental que no se puedan introducir cosas mediante drones en nuestras cárceles. Es cierto que es una evolución de las clásicas palomas mensajeras o de la rudimentaria técnica de introducir fardos de cosas con una raqueta de tenis desde el exterior. Menudas técnicas. Hemos evolucionado en lo tecnológico, está claro, pero hay que ponerle freno a un problema creciente. No puede ser que el sitio donde se supone que tiene que haber máxima seguridad, acabes con menos que en muchos otros.

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