Estos últimos días, seguramente habrás oído hablar de FTX por primera vez en tu vida, o como una cripto ha sembrado el terror entre todo el mundillo de especuladores. Pues bien, de igual manera, seguramente también estarás con un lío sobre lo que ha sucedido exactamente y que supone para las criptomonedas la caída de una de sus plataformas más importantes. Así que para eso estamos hoy, para intentar dar luz a tanta oscuridad, partiendo de una base que tengo muy clara, no me gustan las cripto, y no me da ninguna pena que pasen cosas como la sucedida con esta cripto.
¿Qué ha pasado con FTX?
Concretamente lo que ha pasado es que la especulación ha conseguido que, de un día para otro, Sam Bankman-Fried, el menor de 30 años más rico del mundo y que ha conseguido un récord mundial de ser el primero en perder casi 16 mil millones de la noche a la mañana, se vea envuelto en un turbio cúmulo de sucesos que dejan claro que el mundo cripto, es peligroso (como siempre os hemos contado) y que invertir es una opción, pero poner tus ahorros es un error.
Es muy complicado desarrollarlo de manera rápida, pero si tuviéramos que hacerlo…, el resumen sería que FTX ha vendido gran parte de activos para tener liquidez ante el pánico del mercado al saber que Binance, otra plataforma cripto, se desharía de todo el token de FTX del que disponía en el mercado abierto al no aceptar un acuerdo privado entre ambas empresas. Esto desencadena lo que luego daría como resultado el desastre.
Empieza el caos.
Esta movida entre FTX y Binance, donde una falta de entendimiento entre ambas da como resultado el caos absoluto, tiene como afectados a decenas de inversores muy importantes. Empresas muy grandes que ven como su inversión en FTX se va al traste. Esa falta de entendimiento, sería una manera suave de decir que ha sido una traición en toda regla por parte de Binance, que, a mi entender, ha hecho un movimiento maestro para quitarse del medio a un rival directo. La especulación ha hecho el resto. Salir a la palestra anunciando un acuerdo de adquisición, hacer que el token pierda el 94% de su valor y luego decir que no hay acuerdo, es una jugada maestra. Pero decir esto, aparte de ser precisamente especular, seguramente sea un resumen demasiado amplio y alejado de lo que ha pasado realmente, que nadie lo puede saber con exactitud.
Sam Bankman.
El CEO de FTX se ha convertido en el auténtico villano de la película. De nuevo es todo especulación, pero todo apunta a que el amigo, la ha liado muy parda. Por un lado, tenemos lo que se sabe, que es que el tío ha especulado de mala manera con sus activos, vendiendo, comprando, moviendo el capital que cada uno de los inversores ponía, y despilfarrando todo el valor de la cripto que él mismo gestionaba. Su gran error fueron una serie de Twitts en los días antes del caos, donde decía que todo estaba bien, que la moneda estaba respaldada y varios más donde tranquilizaba a los inversores. Curiosamente esos Twitts se han borrado, y se habla que seguramente sean la prueba necesaria para que muchos lo demanden por injurias.
El robo.
Por si no tuviéramos bastante movida, se habla de un hackeo a FTX, que hizo que los 4 mil millones que quedaban, desaparecieran. Aquí de nuevo, vamos a usar la especulación como herramienta para decir que se habla que el propio Sam, es el responsable de dicho hackeo, y es que el joven billonario, tiene demasiados frentes abiertos y todos los focos apuntan a él, y para menos. Recordemos que ha Sam, supuestamente lo tiene “bajo supervisión” en el aeropuerto de Bahamas (donde tiene la sede de FTX), cuando quería irse a la fuga a Dubái, junto a dos altos cargos de FTX, país que recordemos no tiene tratado de extradición (oh, curioso), con lo cual, ahora que acarree con todo lo que le venga. Poco o nada dice de alguien que se va como un ladrón en vez de afrontar todo lo que pueda venir.
Los inversores.
Entre todos los que hay, destacan el creador de los NFT, que tendría una fuerte inversión en FTX. Por otro lado, me dan pena, pero la justa y limitada, todos aquellos que ahora se lamentan y piensan en demandas y como vivir con la pena de ver como todos los ahorros de su vida se han ido a la mierda. Y aquí, volvemos a lo que os he dicho un montón de veces.
Invertir en criptos, a mí no me gusta, pero lo entiendo. Siempre y cuando, esa inversión sea de un dinero que no necesites, es decir, que tengas unos ahorros de 5, 10, 20, 30, 50 mil y decidas poner algo de esos ahorros, en las criptos. Un dinero, que, de perderse, no te suponga un problema capital. Desde el momento que pones todos tus ahorros en una monera, con la clara intención de entrar en la rueda de la especulación y vives condicionado por ella…, no me das pena.
Conclusión.
Una vez más la maldita especulación con las criptos dan como resultado el caos generalizado. Y esta vez, ese caos lo ha provocado Sam y su mala gestión, por supuesto, pero recordemos que todo esto ocurre porque miles de personas, juegan con el valor de una moneda digital.
Siempre he sido de la opinión que prefiero tener mi dinero en el banco, sin que genere más dinero o que sea mínimo, pero tenerlo y saber que está allí y que lo puedo sacar cuando quiera (si un corralito no lo impide), que no tener ese dinero moviéndose libremente por el mercado de la especulación y no saber si lo tendré o si una caída hará que lo pierda todo o la mayoría.
Llamarme iluso, pero prefiero saber que mi mucho o poco ahorro, está en un sitio supuestamente seguro, y que si mañana, tengo la desgracia de necesitar sacarlo todo por los motivos que sean, lo podré hacer, y no necesitarlo y no poder sacarlo porque el valor de la inversión está por los suelos o porque ha desaparecido.