Como amante de los animales, tengo que decir que estoy totalmente en contra de la poca seriedad de los dueños de perros. Y seguramente el artículo que voy a escribir hoy, va a generar crispación entre los que tienen mascota. Pero me da igual. Tengo claro que, para tener un perro, debería existir el carnet de dueño de mascota, y con él, un registro exhaustivo del animal. Y siempre he defendido eso, y parece que, por fin, alguien va a dar forma a esos pensamientos que se quedan en nada. El alcalde de una ciudad francesa, va a implantar el ADN animal para multar a los dueños que no recojan las heces de sus mascotas.
Un proceso complejo.
Béziers es la localidad francesa que está iniciando el proceso para obtener el ADN animal y con él, un registro completo que le permitirá multar con 122 euros, a los dueños de las mascotas que no recogen sus heces. Me parece de entrada, una multa demasiado poco ejemplarizante, y que debería ser mucho mayor. Es más, si hacer una prueba de ADN creo que suele costarle a cualquier mortal unos 300/400 euros…, pues entiendo que el infractor debería pagar el coste de esa prueba de ADN, más una multa de 150/300 euros. Es que si no…, esto se convierte en un cachondeo. Necesitamos que sea ejemplarizante, y tal como está pensada…, no tengo claro que lo sea del todo.
¿Es viable?
Pues seguramente lo sea, aunque seamos francos. Existe un vacío importante donde muchas mascotas no estarán identificadas. Pero hace unos años, nos parecía una utopía que las mascotas llevaran chip, y en la actualidad, entiendo que la mayoría están identificadas. Pero de igual manera, creo que será un proceso complejo, y que falla en la base. La formación de los dueños de mascota creo que es elemental. Y lo digo porque me cruzo a diario con personas incívicas que van, por ejemplo, con sus mascotas olisqueando las columnas de las entradas a los edificios, que, en un alto porcentaje, acaban en meada.
Eduquemos a los dueños de mascotas.
Yo quizás, empezaría por educar a esas personas incívicas que se piensan que sus perros se pueden mear en las columnas porque otros perros lo hacen. No señores, los perros se tienen que ir a mear a los árboles, porque esos árboles, son capaces de absorber esos olores y líquidos y tener más o menos todo ordenado. También voy en contra de los dueños de perras. Y es que me hace gracia ver a los que van con la botella de agua, para cuando se mean en cualquier lado, tiran un chorro de agua, que lo único que hace, es esparcir todavía más los olores y restos. No es de ser limpio eso, para nada. Ser limpio es educar a esa perra a mear en los árboles, porque, aunque sea una perra, se puede. Y lo dice uno que ha tenido perra, y hacía sus necesidades en el árbol. Pipi y caca, ambos. Es cuestión de educar al perro, y no tenerlo para que entretenga a los peques de la casa o te haga compañía.
Son perros no objetos.
Quizás se debería obligar a los dueños de mascotas a llevarlos al “colegio”. Vale, parece un disparate, pero a lo mejor no es tan disparate. De igual manera que llevamos a nuestros hijos al colegio para que los eduquen y los preparen para la vida…, pues lo mismo con los perros. El primer año, es esencial. Es cuando se les enseña todo lo que se necesita saber. Pues que mejor que tenerlos en un colegio de perros. Lo del ADN animal está muy bien, y no quiero olvidar esa vía, pero si empezamos por los cimientos…, quizás lo del ADN animal no es necesario. Con lo del colegio canino, matamos dos pájaros de un tiro. Porque seguramente eres de los que ha sufrido la tortura de algún perro ladrando sin parar porque su dueño, que lo ha comprado como capricho, complemento o entretenimiento, se va a trabajar y lo deja en casa, con lo que el perro se pone a ladrar sin parar, molestando a todo el vecindario.
¿Quién tiene la culpa?
Que vaya por delante, que en ningún momento culpo al perro de cagarse donde quiere, o de ladrar sin parar. El responsable único es el dueño de esa mascota, no hay más. Los animales son capaces de aprender cualquier tipo de habito o conducta, pero necesitan a alguien que los eduque. Y como nuestras vidas están tan llenas que nos es complicado ejercer ese trabajo de atención que necesitan esas mascotas…, pues que mejor que un colegio canino. Ya sé que todo esto suena de locos, o que es muy sencillo decirlo, pero complicado de llevar a cabo, y seguramente sea así. Pero señores, si no hacemos nada…, pues muchas ciudades tendrán que hacer lo mismo, ADN canino y multar a diestro y siniestro.
¿Triunfará la iniciativa?
Pues entiendo que sí, pero al final, como digo, es cuestión de base. Es mejor educar a los dueños de mascotas que no tener que andar con procesos que pueden ser complejos. Porque primero tendrás que tener identificado al perro, que veremos con esta ley si la gente será propensa a registrar correctamente a sus mascotas. Entiendo que sí, porque es un proceso casi automático al tener una mascota y tenerla que llevar si o si al veterinario. Pero luego tendrás que recoger las heces, analizarlas, y localizar al propietario, que quizás ya no vive allí, se ha mudado y no sabes donde ha ido, o cualquier movida por el estilo. Cuando al final, tienes que usar el sistema para perseguir a una persona que no ha actuado correctamente…, es que algo antes ha fallado.
¿Es viable la escuela canina?
Pues seguramente no lo sea porque una escuela canina sería cara de narices. Pero es que si nos paramos a analizar la situación…, la prueba del ADN es un proceso muy caro también. El que quiere tener una mascota, debería hacerlo para tener un animal de compañía, para quererlo y que sea feliz. Un perro estresado porque está todo el día en casa, no es un perro feliz. Un perro que se mea por todos lados y no sigue unas reglas, no es un perro feliz. Así que quizás se podría subvencionar este tipo de centros, y entre todos, hacer la convivencia más feliz. Tener las ciudades sucias de meados por todos lados y cacas, no es lo más bonito de ver. Veremos si en esta ciudad, el ADN animal consigue solucionar un problema que viene de lejos. De igual manera que lo harán con las heces, podrían hacerlo con los pipis.
